martes, 10 de febrero de 2009

La respuesta del Padre

La respuesta del Padre

“Vino luego a Elías palabra de Jehová, diciendo:
Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.
Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.
Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas tam
bién un bocado de pan en tu mano.
Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.
Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.”

1 Reyes 17:8-14

Estando Jehová en los cielos, escuchó el ruego de una viuda; Su marido ya no estaba, las mujeres no trabajaban en esos tiempos, era solamente una mujer con su hijo, apunto de morir de hambre. Eran días y días de ruego. Sin duda la mente de esta pobre mujer no podía apartarse del problema, para ver la grandeza del Dios que tenía. El rugido en su estómago, el rostro moribundo y hambriento del muchacho, la pena de haber fracasado en la vida, el no poderle dar futuro a su niñito, el no tener esperanza para terminar con todo este dolor eran razones de peso para apartar la mirada de Jehová y ponerla en la necesidad, ¿no creen?
Sin embargo, Jehová tenía algo preparado. El Padre celestial escuchó atentamente día y noche los ruegos de su hija, y sin duda no haría oídos sordos a una de sus pequeñas, menos estando un pequeño niño de por medio.
¿Cuál sería la respuesta humana?: mmm, oro cayendo del cielo, o llega alguien a darnos algo, o un animal muerto a la salida de su casa para comer su carne y vender sus pieles…
¿Cuál es la respuesta de Dios?: Envió a un profeta a comerse las últimas provisiones de la pobre, jajaja, ¡Que alejados estamos de la mente de Dios y de las leyes que rigen nuestra provisión!
El Padre hizo a la mujer dar para recibir, cumpliendo lo que dice en su palabra:

Luk 6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

Sin duda la mujer dio todo lo que tenia; Aparto por fin su mirada de la muerte y del hambre, y se dejó descanzar en la mano del Dios viviente, alimentando a éste profeta con lo último que tenía; Y así como ella midió y dio todo a Dios, Dios la bendijo. Debemos sembrar para que seamos bendecidos, nada sale de la nada en nuestro mundo, debemos entregar la semilla para tener un gran árbol.


¡Aprendamos a apartar nuestra vista de aquello que nos aprisiona, y siguiendo lo que Dios dice que debemos hacer, seamos bendecidos y multiplicados por su diestra!




By: Daniel Ponce
Maestro de la Palabra de Dios

0 comentarios:

Jesus © 2008 Template by:
SkinCorner